Interesante tomo. Escrito por Kirkman, este último trozo de historia resulta más tranquilo que los anteriores, yegando a parecer "de transición" pero no por ello pierde calidad. En este tomo, se muestra el desenlace del apoteósico final del tomo 14, que yo interpreto como un aviso de Kirkman: "no olvideís que soy capaz de cualquier cosa" para que no cojamos cariño a ningún personaje. También deja ver, nuevamente, lo mucho que han cambiado nuestros protas, llegando a parecer unos dementes. Aparte de atisbos de algún posible motín en su refujio, poco más hay en la historia que resulte relevante. Como es costumbre en Kirkman, la última viñeta cambia completamente el giro de la historia.Nota: 7,5 (décima arriba-décima abajo)
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